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Me miraba

Temblaba su párpado inferior,
como si estallara el llanto 
en un solo chillido en la locura
como contenido en un mundo 
ya rompiendo el cascarón
Temblaba el piso también
como si estallaran mis paredes
esta vez ya para siempre
como si me alejara del techo
como un diminuto punto
para siempre solo
para siempre sordo
para siempre aturdido
como si se terminaran las horas
en el repetir de los llantos
en el explotar de los mundos
en el trascurrir de las bombas
en la eternidad de los traumas

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Anochece

Yo sólo sé que ahora la ciudad se mece entre arboles ingleses gente sin hogar perros hambrientos y veredas desierto con arena y sal y la tarde anochece cuando el ruido desaparece y el grillo es un visir criminal por cantar, el silencio hace eco en el resplandor mismo del centro sobre las luces me siento a mirar la noche es un holograma dispuesto a hacerse material

mosquito

Mi casa es un hervidero de mosquitos estoy pensando en mudarme ellos ya hicieron  el movimiento necesario la jugada suficiente la supremasía vuelo tenue dulce ventilado acaricia mi piel seca el chillido incógnito a sincronizado a destono más ruidoso que cualquier creación humana insoportable insostenible mi casa era un hervidero de mosquitos mi casa fue mi casa y ya no lo es mi casa era un refugio de pesares
En una búsqueda de esperanza cae la luna cada día tras las horas que no guardan, no, ya no guardan melodías blancas gatos que de la noche abrazan la ternura clara de sus horas cálidas mansas. Diciembre es, hermano el calor que apura el calor qeu guarda la locura. El exacto brindis por cordura, por placer, Por nacer otra vez.