Hecha león, o leona, da igual... una bola de fuego llameante cruzó la avenida esta tarde con intrépidas caras vigilaron su andar los gorriones viajeros, los autos incendiados, los vagones del mes. Abrasado el cielo vespertino, cucharadas de dolor Yo, un clavo. Situado en el mismo lugar; desnudo desnudado, hecho añicos. Ella leona, piel de iris, voz de meteorito. La penumbra urgente se menea en torno a mí la nube que oculta todo de una vez y hasta el fín el ocaso de mis milagros y mi suerte Hecha fuego , transparente, Piel de vida o muerte o mas allá del morir. Ultravida es, ella. Ultravida soy yo.