Dónde voy cuando tus ojos lloran se impregnan del ardor en tus mejillas revoloteando un cuento azaroso cada uno de los salpiquidos en el aire dibujas tierra en sus bolsillos envenenados hasta la madre Suplican cielo y son testigos de su descenso inevitable dónde voy si me lastimo al poder imaginarme hacer el amor con todos los desconocidos en un instante, y vuelvo a buscarte a darte el pañuelo abrigo que de con vos en lo fulgurante hacerte un techo en este nido te doy el as de mi manga la coartada del escape.