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Mostrando entradas de julio, 2014

Mis días sin Fito

Mis días sin Fito fueron superlativamente tristes no encontré una canción de Karina que me reanime ni siquiera quemar cosas era ya mi reanimación me hice amigo de la botella para recordar los tiempos con aquel borracho Mis días grises llegaron y se instalaron, jamás entendí porqué en el noticiero nunca explicaron que durante un mes y diez días el cielo se mantuvo nublado. Yo no entiendo del clima y no entiendo de Fito, Su casa en desorden, las ropas en el piso, los platos sucios, su cama en caos permanente, sus perros saltando en la calle, en el barro, en su cama, primero aquí después allá, o todo al mismo tiempo. Saltando, jugando, mordiendo, orinando, copulando, una, dos veces, todo el tiempo, en la calle, en el barro, en la cama, todo al mismo tiempo. En el desorden de mis días sin Fito. El olor al sarna de su santo perfume, en la casa. Aún no logro entender cómo se puede abandonar a una persona embarazada. Aún no entiendo el cómo yo estoy embarazado ahora. Y cómo fito perdió la
Me quedé sonriendo al perro que de mis días se gastaba. La calle mojada la niebla creciente Sus dichas eran otras correr tras el rasante lucir rojo de los autos Lo dejaron sin ladrido y sin cola Acurruqué mis manos en deliciosas caricias abrazando lo que era un pelaje otrora La carne marchita con la que los dioses juegan a moldear sus criaturas Abracé entonces una vidriera de espejos sin forma que rugían ladraban y proyectaban un animal envuelto en penumbras y otro que al fin, siendo abrazado, moría en paz La mañana se habría llevado las luces los autos la lluvia y la niebla ocultaría las vergüenzas al mundo del polvo en las manos y un perro que vaga ahora a una ciudad sin luces ni autos ni abrazos.