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Mostrando entradas de noviembre, 2012
Se escapa a mi puerta Se escapa a mi mano Será. Se enciende de todo Se borra en mí Se escapa para siempre en un punto y a otra. Punto y para siempre escapa de sí. Como un viento de otro, torbellino errante que aboga por quedarse girando y turbando el presente cambiante De una vez y para siempre preso de su error de escapar al fulgor que todo lo somete se escapa de sí se escapa de mí.

Sin cara.

Y algo que con fuerza, sacas desde adentro se marca en tu cara como una careza armada desde ya puedes mostrar al mundo tus vanas muecas Pero a mi no me engañas Hasta que no te saques la cara y camines a espaldas para no mostrar la desangrada parte de tu cabeza entre músculos y nervios a la intemperie unas lágrimas aflorando y la oscuridad brotando no la puedes contener. Hasta que no te saques la cara no me engañas. ¡Con qué necesidad, con qué!? ¿con qué necesidad escapas? Con qué necesidad lastimas a quienes te aman? Con qué pasión evitas tu pasión? Con qué arma te matas encerrada? con qué escudo huyes de la mañana, y a la noche sigilosa y descalza andas, caminando por sueños de vencidos amantes y de tus antiguos diamantes te escapas! De ellos y su brillo y resplandor, con qué necesidad mujer con qué necesidad, con qué.

VIII

No pude con mi honestidad y entonces ¿qué puedo hacer? qué mas puedo darte que estas llagas al hablarte y soltarte la soga Del mar frió a tus espaldas mientras caes por la cascada que te lleva desatada a la luna de diamante que antes de decidir amarte aullé con tanta añora No pude con mi honor y qué mas puedo dar si no sé ser y aparentar mas vos sabes escapar cada tanto a un lugar tan lejano en tu interior ¿qué mas puedo dar? NO me des de escuchar no de comer, no de invencibilidad no de sudor no de palpitar no de tantos momentos no de despertar llorando pues habita en el interior tus sentimientos negros de lo malo y lo ajeno poder aprender

VII

Nostálgico sinsabor, de tu mano abrazando esos dedos Los marchitos dedos  de un agrio galán. Azul y tempestuosa carga,  que dejas en hojas, hojas sin mostrar, y te las comes Las enrollas y las hieres con tus dientes y saliva y se van al infinito del olvido entre tus tripas. Cárcel de vos misma tu piel ansias de ver Que no podes escapar del dolor Que forjaste y querés aún sentirte mal y abrazas sus dedos agrios dedos de un merecido final.

VI

Y podré resucitar si mañana soy ayer; si en partes me formé un pedazo de mi historia Nadie me podrá robar El desnudo que forjé Antes que tus garras aterricen en mi lomo me saquen el pensamiento y se coman mi cabeza. Y podré resucitar  antes que sea nuevo el sol pues hasta ahora nadie vio que una noche sea eterna Las palabras son mejor y el silencio puede ver mas allá cuando camino por la senda del dolor.

V

Este es mi mundo, admíralo. Defenestraste tu autoestima y me lo quisiste robar: Esta es mi casa, contémplala  Mi campo de juego,  Motor de felicidad Esta es mi cabeza Estas son mis ideas y mis certezas Ayer te burlaste, no sabes jugar Esta es la vida que impongo y aunque no quieras La vas a tragar.