Y algo que con fuerza, sacas desde adentro se marca en tu cara como una careza armada desde ya puedes mostrar al mundo tus vanas muecas Pero a mi no me engañas Hasta que no te saques la cara y camines a espaldas para no mostrar la desangrada parte de tu cabeza entre músculos y nervios a la intemperie unas lágrimas aflorando y la oscuridad brotando no la puedes contener. Hasta que no te saques la cara no me engañas. ¡Con qué necesidad, con qué!? ¿con qué necesidad escapas? Con qué necesidad lastimas a quienes te aman? Con qué pasión evitas tu pasión? Con qué arma te matas encerrada? con qué escudo huyes de la mañana, y a la noche sigilosa y descalza andas, caminando por sueños de vencidos amantes y de tus antiguos diamantes te escapas! De ellos y su brillo y resplandor, con qué necesidad mujer con qué necesidad, con qué.