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VIII

No pude con mi honestidad
y entonces ¿qué puedo hacer?
qué mas puedo darte que estas llagas
al hablarte y soltarte la soga

Del mar frió a tus espaldas
mientras caes por la cascada
que te lleva desatada
a la luna de diamante
que antes de decidir amarte
aullé con tanta añora

No pude con mi honor
y qué mas puedo dar
si no sé ser y aparentar
mas vos sabes escapar
cada tanto a un lugar
tan lejano en tu interior
¿qué mas puedo dar?

NO me des de escuchar
no de comer,
no de invencibilidad
no de sudor
no de palpitar
no de tantos momentos
no de despertar llorando
pues habita en el interior
tus sentimientos negros
de lo malo y lo ajeno
poder aprender

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Anochece

Yo sólo sé que ahora la ciudad se mece entre arboles ingleses gente sin hogar perros hambrientos y veredas desierto con arena y sal y la tarde anochece cuando el ruido desaparece y el grillo es un visir criminal por cantar, el silencio hace eco en el resplandor mismo del centro sobre las luces me siento a mirar la noche es un holograma dispuesto a hacerse material
En una búsqueda de esperanza cae la luna cada día tras las horas que no guardan, no, ya no guardan melodías blancas gatos que de la noche abrazan la ternura clara de sus horas cálidas mansas. Diciembre es, hermano el calor que apura el calor qeu guarda la locura. El exacto brindis por cordura, por placer, Por nacer otra vez.